EL 29 DE SEPTIEMBRE:
Día de SAN MIGUEL, se hace la primera ofrenda. Es una ofrenda pequeña, que consiste en un desayuno de chocolate, con pan y al medio día, arroz con mole de guajolote o pollo y tamales. También se hace la primera tamalada para calentar los chichapales y estén listos para cocer los tamales del XANTOLO.
EL 18 DE OCTUBRE:

EL 30 DE OCTUBRE:
Día de las flores. En la mañana se hacen las compras de todo lo que se va a necesitar para hacer el arco, por la tarde y noche, sobre una mesa se hace un altar, se coloca un mantel bordado en llamativos colores, se hace un arco con cañas de azúcar, se adorna con palmilla, flores de cempoalxochitl, kuamismaitl o mano de león, coronas de oloxochitl o sempiternos y bojolillo, coronas blancas, hechas de la base de la penca de ixote, y se cuelgan frutas de temporada, amarradas con tiras de izote. Al fondo de la mesa, con unas cajitas de cartón se hacen cuatro escalones, que significan: el primer escalón la niñez, el segundo la juventud, el tercero la madurez y el cuarto la vejez, el siguiente paso es al más allá y se colocan las fotografías de los familiares que fallecieron. En la mesa se acomodan las veladoras, las velas chicas y las grandes se ponen en CANDELEROS y en varias figuras de animales de barro, que hacen en la comunidad de CHILILICO. Se pone un vaso con agua, vino, cerveza y tabaco o cigarros. En pequeños platos de barro y canastas de bejuco o carrizo, servilletas bordadas en llamativos colores y de papel de china, se acomodan tablillas de chocolate, los dulces, chocolates, galletas, pan de muerto, conserva de camote y calabaza, frutas de temporada, naranjas, mandarinas, limas de chiche, limalimón, piñones, nueces, manzanas, cacahuates y todo lo que se quiera ofrendar a los difuntos, principalmente lo que les gustaba en vida. En el piso se pone un pedazo del tronco de una mata de plátano (chichebe), en donde se colocan las velas, una por cada difunto. Se adorna una maceta con una planta, que representa el crecimiento de la vida, se ponen varios floreros con flores y un copalero para quemar el copal, que ha de purificar las almas. En algunos lugares de la Huaxteca Hidalguense, cuelgan en el arco; ropa, huaraches, un sombrero, un guingaro, un machete y un paliacate rojo. También hacen un arco pequeño en el fondo de la mesa, para los niños o angelitos. Pintan y asean la casa. El arco es la entrada de las almas de los difuntos y debe quedar listo la noche del 30 de octubre.
EL 31 DE OCTUBRE:
Día dedicado a los difuntos grandes o adultos. También se asea y se barren la casa y el patio. En la mañana, se prenden las velas grandes y se ofrenda chocolate, pan de muerto y tamales. Al medio día, los familiares hacen un caminito con pétalos de flores de cempoalxochitl, olorosas y de llamativos colores, desde la calle hasta el arco, para guiar a las almas de los adultos y no se pierdan. Se encienden las velas grandes. A las 12 del día, al repique de las campanas y el jubilo del tronerio de cohetes y cohetones, se despide a los chiquitos o angelitos y llegan al arco, las almas de los adultos a disfrutar de las ofrendas que se han preparado especialmente para ellos: Mole de guajolote o pollo, pascal, arroz, frijoles, tamales de puerco y pollo con picante, chocolate, pan de muerto, aguardiente, vino y cerveza. El humo y el olor del copal, sale de los copaleros para purificar las almas. Una vez hecha la ofrenda, se brinda, se convive y acompaña a comer a las almas de los adultos y se comparte con los amigos, familiares y visitantes. Se intercambian las ofrendas con los vecinos.
EL 2 DE NOVIEMBRE:
Día de la bendición, dedicado a los fieles difuntos. En la mañana, se hace la ofrenda, con tamales, chocolate y pan de muerto. A las 12 del día, se despide a las almas de los grandes y se celebra una misa en el panteón, en donde se pide por su eterno descanso. Las tumbas han sido adornadas con flores, velas y veladoras. Las ofrendas ya están puestas en las lapidas, que al termino de la misa serán compartidas entre familiares y visitantes. Los tamales, el mole, el arroz, el pan, los dulces, las nueces, frutas y demás golosinas, entre sorbo y sorbo de cerveza o vino, son saboreadas al compás de las melodías que interpretan los músicos, que andan en el panteón de tumba en tumba.

ANIMA SOLA:
Por la tarde y la noche, en las bardas o pretiles de las casas, se pone una pequeña ofrenda con una vela, dedicada a la “anima sola”. Esta antigua y bondadosa tradición de Huejutla, se hace para las almas de los difuntos que no tienen familiares que les ofrenden y festejen. La persona que vaya a recoger la ofrenda, antes de hacerlo, debe rezar unas oraciones, por el eterno descanso de las ánimas solas.

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